Dejemos las diferencias a un lado. También podríamos dejar a un lado todo lo malo que nos pasó, al fin y al cabo, tampoco fue tan malo. Sí, hubo discursiones, enfados, gritos y demás. Pero también hubo cariño, besos, abrazos, amor, mucho amor. Lo bueno es dos veces bueno y lo malo, bueno, lo malo... De los errores se aprende.
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